Pintura Mural en la Casa Rosada. Reviviendo testimonios de nuestro pasado.

Impulsada por la actual administración de Gobierno y bajo la conducción de la Casa Militar se llevan a cabo, desde hace dos años, los trabajos de recuperación arquitectónica de la Casa Rosada.

En este marco, fuimos convocados para intervenir parte de las pinturas decorativas originales, aplicados sobre muros y cielorrasos del edificio. Estas obras fueron ejecutadas alrededor del año 1896. Pertenecen a un momento de la arquitectura en el que predominaba un repertorio estilístico cuyo origen se reconocía en el Renacimiento y el manierismo italiano.

En ese entonces, las pinturas murales eran incorporadas a las contrucciones con un fin decorativo y reproducen, de acuerdo a ciertos patrones de composición (secuencia, simetría, etc.), motivos grutescos, geométricos, fito y/o zoomorfos. Fueron realizados por artesanos especializados cuyos nombres, mayormente, permanecen en el anonimato. Eran ejecutadas a mano levantada, sobre una base trazada con calcos y plantillas y, en su defecto, mediante el empleo de estarcidos.

Estas pinturas solían cubrir grandes superficies. Servían para enmarcar muros y cielorrasos, o delimitaban sectores dentro de estos (bordes, basamentos, remates, etc.). En esta etapa se empleaban, generalmente, pinturas al aceite, tal el caso que nos ocupa, y a la cal.

En Buenos Aires, muchos edificios, tanto religiosos como civiles, estaban decorados con este tipo de pintura. Lamentablemente se han ido perdiendo de la mano de las demoliciones y el abandono en que se encuentra buena parte de nuestro patrimonio arquitectónico. Algunos de los templos antiguos de la ciudad (La Merced, La Concepción) y unas pocas viviendas (el palier de acceso de la actual sede del Museo de la Ciudad) aún conservan este tipo de obras.

En este marco, la decisión de restaurar unos cien metros cuadrados de paneles con pintura mural en la Casa de Gobierno, que fuera apoyada por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, adquiere aún una mayor trascendencia, ya que permite rescatar estos testimonios prácticamente estinguidos, permitiendo su preservación y transmisión a las generaciones futuras.

Gowland, Teresa y Magadán, Marcelo L.: "Pintura Mural en la Casa Rosada. Reviviendo testimonios de nuestro pasado". Mecenas A°2 N°7 pp 22-23. Buenos Aires, 1993.

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